domingo, 19 de julio de 2015

Fuegos artificiales.

Pero, conoces los fuegos artificiales, ¿verdad?
Nunca creí que pudiera llegar a encontrar mi propio fuego artificial.
Y es porque ésta grande y lúgubre oscuridad aquí presente, se va iluminando débilmente con tu luz.
Al fin y al cabo, los fuegos artificiales explotan en el cielo, me pregunté si no lo destrozarían.
Con cada explosión un latido se acelera y el corazón se enerva, pero sigues queriendo más.
Me asusté en un principio porque también dudé en sobre si ésas bombas de luz dañarían el tétrico manto nocturno, pero bueno, yo no le visto quejarse.
Me asusté  porque tanto tiempo estuve en ésta oscuridad envuelta, que me asustaba ver algo de luz.
Pero como antes mencioné, al cielo no lo vi quejarse, así que pensé;
¿por qué no arriesgar?
Y no miento si te digo,
   que no me arrepiento.
                         
                                                   

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