sábado, 1 de agosto de 2015

Irónico.

Y yo ya no sé si lo que obtenemos es cordura o nos ataca la locura.
Pensándo bien en la escena las dos tumbadas mirando al infinito divagando en nuestra mente, intentándo encontrar un sentido lógico a las cosas, pensando que algo debe de ceder y luchando contra nuestros demonios.
Al borde de las lágrimas, ya con la respiración entrecortada estallamos a carcajadas. Tú cara, la mía. Parecemos dos idiotas lamentándose de sus vidas. Somos, es una realidad, somos.
El agua salada que corre por nuestras mejillas no sé si es de risa o aquello que intentábamos guardar con tanta fuerza como nos lo permitía el nudo de nuestra garganta.
Da igual, reímos, lloramos. Creo que fue una explosión de emociones, pero el ver la decadencia de la otra resulta algo divertido.
Nunca creí que ver a alguien en mal estado sería gracioso. Quizás no lo es.
Estamos jodidas, es eso, lo estamos y lo sabemos. Tremendamente jodidas, nos causa gracia como todo puede cambiar tan rápido, como te estrellas con la realidad, como las personas te sorprenden más, como empiezas a conocerte a ti misma, como tiene que pasar todo de golpe, como la vida no nos deja ni un solo descanso, como... Como todo, como sucede todo.
Dicen que quien más triste más ríe por tonterías. Irónico. Por eso aún me duele el vientre y la mandíbula y me hace falta aire después de tanto descojone, porque es irónico.
Ciertamente, irónico.
 
                                              



domingo, 19 de julio de 2015

Eres hermosa,

Hola, has de saber una cosa...

Eres hermosa, sí tú, la que se degrada frente al espejo por no ver en ti el esteriotipo de mujer "perfecta" creado por esta sociedad de mierda.

Eres hermosa,
Tú,

La que rechaza su comida favorita por no engordar. La que se tapa la boca al sonreír. La que piensa que no vale la pena.

Tú, 
Eres hermosa,

Con ese pelo que dejado al merced del viento, baila en el aire para descubrir tu cara. Dicha es la mía por poder ver rayos de Sol en tus ojos que iluminan la oscura desesperación de cualquiera.

Hola,
Eres preciosa,

Qué mejor paseo que el que puedo dar sobre tus brazos, aún con cicatrices de tus duras batallas. Qué mejor beso que el de tus labios aún marcados por las lágrimas.

Eres preciosa,
Tú,

La que valora la simpleza de las cosas. La que no se da cuenta de que es treméndamente bella.

Mírate un rato, ¿te das cuenta? Vales mil estrellas. Deja de dañarte, es hora de amarte.
Estás en medio de una guerra, donde te niegas a aceptar la verdad. Pero te la digo yo...

Adiós,
no me marcho sin hacerte saber una cosa,

Eres hermosa.
 

Despertar.

Pero yo no quiero despertar.
No quiero despertar de mi sueño porque en mis sueños estás conmigo siempre,
porque todas éstas noches estás conmigo mientras caigo dormida.
Tampoco es algo que me importe,
kilómetros;
sólo una manera más de los humanos de cuantificarlo todo,
como hicieron con las tallas y el tiempo.
Tú estás, y yo te siento aquí.
Me mantuviste viva;
sólo paciencia, eso es todo,
ya que los espíritus oscuros están hechos para estar juntos,
más tarde o temprano.
Y sé que no me entenderán;
nadie puede.
Es mucho mejor cuando sólo somos tú y yo.



Fuegos artificiales.

Pero, conoces los fuegos artificiales, ¿verdad?
Nunca creí que pudiera llegar a encontrar mi propio fuego artificial.
Y es porque ésta grande y lúgubre oscuridad aquí presente, se va iluminando débilmente con tu luz.
Al fin y al cabo, los fuegos artificiales explotan en el cielo, me pregunté si no lo destrozarían.
Con cada explosión un latido se acelera y el corazón se enerva, pero sigues queriendo más.
Me asusté en un principio porque también dudé en sobre si ésas bombas de luz dañarían el tétrico manto nocturno, pero bueno, yo no le visto quejarse.
Me asusté  porque tanto tiempo estuve en ésta oscuridad envuelta, que me asustaba ver algo de luz.
Pero como antes mencioné, al cielo no lo vi quejarse, así que pensé;
¿por qué no arriesgar?
Y no miento si te digo,
   que no me arrepiento.